‘Golpea’ la vaquita a negocios de glamur
Las reconocidas marcas de diseñadores como Gucci, Louis Vuitton, Cartier, Dior, Chanel, Burberry y Giorgio Armani tendrán que buscar nuevos proveedores de pieles de cocodrilo, caimán, lagarto o pitón, con las que confeccionan bolsos, zapatos y correas, debido a que las granjas certificadas de México ya no podrán enviar, hasta nuevo aviso, productos o subproductos de estas especies protegidas criadas en cautiverio.
El 27 de marzo, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), emitió una Notificación a las Partes, recomendando suspender todo intercambio comercial con México.
La decisión tomada en Ginebra por la Secretaría General de la CITES, tras cinco años de amagos, se debió a que el gobierno mexicano presentó un nuevo Plan de Acción para la conservación de la vaquita marina, solicitado por el Comité Permanente “no adecuado”, sin plazos claros para la aplicación y seguimiento de las diferentes etapas de la estrategia.
Tan sólo entre 2019 y 2022, México vendió a Estados Unidos, Canadá, España, Guatemala, Francia, Italia y Alemania 421 pieles de cocodrilo Moreleti; seis mil 768 pieles de cocodrilo de Nilo; 16 mil 703 pieles de caimán y cuatro mil 41 pieles de lagarto, así como 370 pieles de pitón, según estadísticas del mercado de exportación consultadas en la base de datos de CITES.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad tiene registradas dos mil 994 especies bajo la regulación comercial de CITES en el Apéndice II, y 20 especies de fauna en el Apéndice III.
Cuestionada al respecto como autoridad científica ante CITES, Conabio informó que las especies extraídas del medio natural, que más se venden al exterior bajo esta regulación son: borrego cimarrón, tiburones, candelilla, faisanes y crácidos (que es una familia de aves que incluye los paujiles, las pavas y las chachalacas), tarántulas y orquídeas, así como especies maderables (caoba, cedro y granadillo).
Expertos en vida silvestre consultados por Excélsior, revelaron que el embargo comercial contra México, costará alrededor de mil 500 millones de dólares anuales, lo que impactará principalmente en los bolsillos de comunidades rurales y pueblos indígenas.
Explicaron que, por ejemplo, la comunidad Comca’ac o Seri de Sonora, depende en gran medida de los ingresos que genera la caza deportiva de borrego cimarrón en la Isla Tiburón, ya que los trofeos son enviados fuera del país, y en una subasta en Las Vegas, pueden alcanzar precios de hasta 100 mil dólares, más o menos un millón 800 mil pesos.
De acuerdo a estadísticas de CITES, entre 2019 y 2022, 294 trofeos de caza deportiva de borrego cimarrón (Ovis canadensis), salieron de México con destino a EU, Canadá, Rusia, Sudáfrica, Polonia, Italia, Reino Unido, Francia, España, Alemania, Austria, Bélgica y Costa Rica.
En el caso de la candelilla, son los habitantes de comunidades en pobreza y pobreza extrema de los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Hidalgo y Zacatecas, quienes recogen la planta endémica, que sólo existe en el desierto de nuestro país.
La cera de candelilla (Euphorbia antisyphilitica), es muy cotizada por su alta cantidad de hidrocarburos, y es utilizada en la industria cosmética como emoliente, así como en la balística y el sector aeronáutico.
Según las estadísticas de CITES, de 2019 a 2022, México exportó 745 mil 948 kilogramos de cera de candelilla a Estados Unidos, Alemania, Brasil, Canadá, Corea, China, Japón, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Gran Bretaña, Guatemala, Indonesia e India.
En lo que respecta a las aletas de tiburón, nuestro país ocupa el primer lugar en exportación de este producto.
En los registros se establece que entre 2019 y 2022, México vendió a China y Hong Kong, 3 mil 528 aletas de tiburón zorro y 21 mil 979.97 kilogramos de aletas de tiburón sedoso.
El embargo comercial afectará a poco más de tres mil Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre y Predios o Instalaciones de Manejo de Vida Silvestre, que tienen el carácter de intensivas y que en la práctica funcionan como criaderos, acuarios, zoológicos, viveros o jardines botánicos con especies de flora o fauna en ambientes controlados.