Una de las comedias más memorables de los 80 cumple 40 años de su estreno y ya se puede ver en HBO Max: chifladuras familiares en la carretera con un gran Chevy Chase
Una modélica mezcla de comedia familiar y road movie que es de los mayores éxitos de la estrella de Saturday Night Live
Qué bien las vacaciones, ese momento donde puedes pretender que estás completamente desconectado del trabajo, ilusionarte por todos los libros pendientes que vas a leer y darle mil vueltas a qué hacer con todo el tiempo libre que te has ganado. Vale, igual no suena perfecto, pero peor sería si hay que equilibrar todo en familia, que de ellos sí que no te puedes tomar vacaciones.
Fechas ajustadas sí o sí a los meses donde los niños se libran del colegio, destinos que sean más o menos apetecibles para todos, un vehículo para poder transportar todos los chismes que por lo visto son necesarios. Es casi otro trabajo agotador en sí mismo, como parece translucir en una de las comedias familiares por antonomasia: ‘Las vacaciones de una chiflada familia americana’.
Vaya vacaciones
Una de las experiencias cinematográficas salidas de la imaginación de la revista National Lampoon, que cumple 40 años de su estreno donde se volvió una de las películas fenómeno de la década de los ochenta. Uno de los mayores hits de un Chevy Chase en la cresta de la ola, con el buen combo de Harold Ramis en la dirección y John Hughes en el guion, y que ya se puede ver en streaming a través de HBO Max, probablemente aprovechando la excusa del aniversario y su nuevo remaster para ediciones físicas.
También traducida como ‘¡Socorro! Llegan las vacaciones‘ (muy ochentero también), la película nos muestra la odisea por carretera de la familia Griswold para llegar al parque temático de Walley World en California, donde van a pasar las vacaciones como una buena familia americana. El problema es que de buena y convencional tienen poco, y sus paradas se irán volviendo una serie de chifladas desventuras hasta llegar a su destino.
Como cabría esperar de una buena película de Chase, su estructura se sostiene más por la colección de gags que por un arco narrativo y una evolución consumada al final del trayecto. Su road movie tiene un conflicto claro, pero no conclusiones humanísticas. Simplemente describe la paradójica naturaleza de las vacaciones de verano y hace humor con todas las cosas que pueden salir mal.
‘Las vacaciones de una chiflada familia americana’: las frustradas aspiraciones de la clase media
Es sencilla en ese aspecto, hilarante en los ratos donde logra aterrizar los chistes, que van sobre todo dirigidos a aprovechar el talento de Chase, aquí ya más orientado a volverse una estrella familiar tras ser una de las más causticas de la comedia de escuela SNL. Se echa en falta más de esa mala leche canalla, pero a cambio explota de maravilla esa personalidad donde el cómico brilla más, interpretando a charlatanes que quieren aparentar más de lo que son.
Desmontar ese espíritu de clase media aspiracional, tan americana, hace perdurar a ‘Las vacaciones de una chiflada familia americana’ y le ha permitido edificar una saga tan irregular como los actores que interpretan a los hijos (y que toca techo con ‘¡Socorro! Ya es Navidad‘). Aunque no sea siempre el festival de risas continuo que promete, si que moldea claves para una comedia vacacional y familiar, y hace momentos icónicos de la road movie como esas transiciones con la marchosa música de Lindsey Buckingham.
Qué bien las vacaciones, ese momento donde puedes pretender que estás completamente desconectado del trabajo, ilusionarte por todos los libros pendientes que vas a leer y darle mil vueltas a qué hacer con todo el tiempo libre que te has ganado. Vale, igual no suena perfecto, pero peor sería si hay que equilibrar todo en familia, que de ellos sí que no te puedes tomar vacaciones.
Fechas ajustadas sí o sí a los meses donde los niños se libran del colegio, destinos que sean más o menos apetecibles para todos, un vehículo para poder transportar todos los chismes que por lo visto son necesarios. Es casi otro trabajo agotador en sí mismo, como parece translucir en una de las comedias familiares por antonomasia: ‘Las vacaciones de una chiflada familia americana’.
Vaya vacaciones
Una de las experiencias cinematográficas salidas de la imaginación de la revista National Lampoon, que cumple 40 años de su estreno donde se volvió una de las películas fenómeno de la década de los ochenta. Uno de los mayores hits de un Chevy Chase en la cresta de la ola, con el buen combo de Harold Ramis en la dirección y John Hughes en el guion, y que ya se puede ver en streaming a través de HBO Max, probablemente aprovechando la excusa del aniversario y su nuevo remaster para ediciones físicas.
También traducida como ‘¡Socorro! Llegan las vacaciones‘ (muy ochentero también), la película nos muestra la odisea por carretera de la familia Griswold para llegar al parque temático de Walley World en California, donde van a pasar las vacaciones como una buena familia americana. El problema es que de buena y convencional tienen poco, y sus paradas se irán volviendo una serie de chifladas desventuras hasta llegar a su destino.
Como cabría esperar de una buena película de Chase, su estructura se sostiene más por la colección de gags que por un arco narrativo y una evolución consumada al final del trayecto. Su road movie tiene un conflicto claro, pero no conclusiones humanísticas. Simplemente describe la paradójica naturaleza de las vacaciones de verano y hace humor con todas las cosas que pueden salir mal.
‘Las vacaciones de una chiflada familia americana’: las frustradas aspiraciones de la clase media
Es sencilla en ese aspecto, hilarante en los ratos donde logra aterrizar los chistes, que van sobre todo dirigidos a aprovechar el talento de Chase, aquí ya más orientado a volverse una estrella familiar tras ser una de las más causticas de la comedia de escuela SNL. Se echa en falta más de esa mala leche canalla, pero a cambio explota de maravilla esa personalidad donde el cómico brilla más, interpretando a charlatanes que quieren aparentar más de lo que son.
Desmontar ese espíritu de clase media aspiracional, tan americana, hace perdurar a ‘Las vacaciones de una chiflada familia americana’ y le ha permitido edificar una saga tan irregular como los actores que interpretan a los hijos (y que toca techo con ‘¡Socorro! Ya es Navidad‘). Aunque no sea siempre el festival de risas continuo que promete, si que moldea claves para una comedia vacacional y familiar, y hace momentos icónicos de la road movie como esas transiciones con la marchosa música de Lindsey Buckingham.