Corea del Norte dispara un misil balístico no identificado al mar de Japón
Corea del Norte disparó un misil balístico no identificado al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), en lo que supone una nueva réplica a las grandes maniobras de primavera que realizan estos días en el Sur de la península Seúl y Washington.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano se limitó a informar en un breve comunicado sobre el lanzamiento sin ofrecer por el momento más detalles sobre el proyectil o el lugar y hora de lanzamiento.
Se trata del undécimo lanzamiento realizado este año por Corea del Norte, la mitad de ellos realizados para replicar a Corea del Sur y EE.UU., que estos días están llevando a cabo sus mayores maniobras militares conjuntas desde 2018.
Los aliados pusieron punto final a su ejercicio de puesto de mando (CPX) Freedom shield el pasado jueves, pero aún están celebrando los simulacros que corresponden a los ejercicios de tropas sobre el terreno (FTX) Warrior shield.
Como parte de estos últimos, la semana pasada Corea del Sur y EE.UU. movilizaron cazas furtivos F-35, F-15, F-16 y F-4 y también un avión de ataque A-10 para una serie de maniobras en las que dispararon misiles aire-aire y lanzaron bombas aire-tierra.
Además, en los próximos días se prevé que un portaaviones de propulsión nuclear estadounidense se una a los ejercicios en aguas del sur de la península.
El último ensayo armamentístico norcoreano llega después de que Pionyang informara el pasado viernes de que probó recientemente un dron submarino con capacidad para generar tsunamis radiactivos, tal y como hace el sistema Poseidón ruso.
Aunque muchos analistas ponen en duda que el régimen de Kim Jong-un haya podido desarrollar en poco tiempo un arma tan sofisticada, el anuncio supone un nuevo gesto de peso de Pionyang, que ha sofisticado y diversificado mucho su arsenal en los últimos cinco años.
La península vive un nivel histórico de tensión después de un 2022 en el que Corea del Norte, que ha rechazado ofertas para retornar al diálogo, realizó un número récord de pruebas de armas y en el que los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar portaaviones de propulsión nuclear o bombarderos estratégicos en la península.