Los indicadores más recientes para la economía de México al cierre de 2022 y los disponibles a la fecha hacen apuntar a un crecimiento de 2.6 por ciento para 2023, dijo este viernes Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda.
“Habíamos estimado un crecimiento de 2 por ciento castigando el cierre de 2022 y ahorita con la información que tenemos, de lo que está revelado del primer trimestre, estamos estimando 2.6 por ciento”, declaró en conferencia al término de la 31ª Reunión Plenaria de Consejos Consultivos de Citibanamex.
“La última lectura es más favorable que la de diciembre. Está más de medio punto porcentual más favorable que la de diciembre”, enfatizó.
“No estamos todavía preparados para afirmar que va a ser 2.6 (el crecimiento del PIB) o que lo mantendremos en 3 o cerca de 3 por ciento, pero sí la última información que tenemos y la última interpretación de datos es que la tendencia se mantiene al alza”, señaló.
Ramírez de la O agregó que se observan condiciones de escasez de materiales y de apretamiento laboral en sectores calificados, así como menos terrenos industriales en el norte de México.
El secretario de Hacienda también resaltó que se registra un empuje en la inversión pública y privada que acompaña el impulso de proyectos.
“Ahora ya está acompañando más el ciclo de alza de inversión bruta fija en varias regiones y en varios sectores”, dijo.
¿Qué dice Hacienda del ‘superpeso’?
Cuestionado por la fortaleza del tipo de cambio, Ramírez de la O contestó que México está siendo reconocido por el mercado como destino de inversión.
La paridad está respondiendo a esa postura de los inversionistas, al mismo tiempo que responde al diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, una respuesta más de corto plazo, abundó.
“Sobre el tipo de cambio, las autoridades hacen bien en no estar hablando, porque en Hacienda no podemos hacerlo para no influir en la construcción de expectativas con este indicador”, apuntó.
Ramírez de la O destacó que los encargados de la política monetaria viven “una etapa complicada” debido a la cantidad de dinero que los bancos centrales tuvieron que “soltar”.
“México no estuvo en ese juego, pero a nivel global los bancos grandes soltaron muchísimo dinero y entonces sí tienen una presión de sus accionistas o de los ministerios de Hacienda por mantener su credibilidad. Esto es una cuestión importante para que las autoridades no hablen del tipo de cambio”, comentó.