Buenas noticias: desempleo en México desciende a niveles mínimos en 2022
Los analistas indican que esto se debe al desempeño de la economía, mejor a lo esperado en 2022: analistas.
La tasa de desocupación en México cayó a 3.0 por ciento en el cuarto trimestre de 2022, con lo que se ubicó en niveles mínimos, al menos desde 2005, cuando iniciaron los registros del Inegi.
La disminución de la desocupación se dio tras la incorporación de 1.7 millones de personas a la actividad productiva en el año, de acuerdo con las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latinoamérica, atribuyó el dato al desempeño de la economía mexicana que fue mejor a lo esperado en el 2022, con un crecimiento que ronda el 3.0 por ciento. “Se da a pesar de la coyuntura con la alta inflación y elevadas tasas de interés. Hay fortalecimiento de la demanda interna en México y se ve en sectores como el comercio y los servicios”, dijo a El Financiero.
“La ocupación aumentó en 1.7 millones de personas, de las cuales 1.4 millones provinieron de mayor fuerza laboral de la Población Económicamente Activa y 354 mil personas corresponden a una disminución en la desocupación laboral”, destacó en Twitter el expresidente del Inegi, Julio Santaella.
Las entidades con tasas más altas de desocupación fueron la Ciudad de México, con 4.5 por ciento, seguido de Tabasco (4.2), Aguascalientes (3.8) y Querétaro (3.6).
Preocupa informalidad
Para la directora de análisis económico del Tec de Monterrey, Leticia Armenta, si bien la cifra del desempleo es buena, una de las preocupaciones hacia los próximos años es el alto nivel de informalidad laboral, cuyo registro se moderó a 55.1 por ciento, igualando la tasa del primer trimestre del 2021, con cifras originales.
Los datos revelan que al cierre del 2022 había 32.2 millones de personas en la informalidad, 548 mil más en el año, que representaron 32 por ciento de los trabajos creados.
“Vamos a comenzar a sentir su impacto (de la alta informalidad) más adelante; en cinco o diez años, cuando esta población deje de ser activa y no tenga recursos para su manutención. Es un problema social grande el que se avecina”, dijo.
La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, dijo que la informalidad es uno de los principales problemas estructurales de la economía mexicana. “Implica que hay personas que se autoemplean: no cuentan con prestaciones de Ley y tampoco pagan impuestos”.
Mayoría gana hasta 2 sm
De las 1.7 millones de personas que se sumaron al mercado laboral en el 2022, la mayoría se concentró en la parte baja del nivel de ingresos.
De los nuevos trabajadores, 756 mil 571 se incorporaron con un ingreso de hasta dos salarios mínimos, es decir, 10 mil 372 pesos mensuales. El número de personas que gana hasta un salario mínimo, equivalente a 5 mil 186 pesos al mes, aumentó en 583 mil 302.
“A pesar de la creación de empleo, no necesariamente los trabajadores están en una mejor situación. El informe de pobreza laboral del Coneval (40.1 por ciento en el 3T22) indica cómo los salarios no son suficientes para una canasta de consumo”, añadió Armenta.
También destaca una reducción de 144 mil 460 personas con ingresos de entre dos y hasta tres salarios mínimos, y una disminución de 63 mil 561 trabajadores que ganaban más de cinco salarios mínimos.
Comercio, el sector ganador
De los tres grandes grupos de actividad económica en el que se crearon más puestos de trabajo durante 2022 fue en el terciario con 1.2 millones, de los cuales 278 mil 779 fueron en el comercio.
En el sector secundario se añadieron 414 mil 533 puestos, principalmente por 260 mil 490 en la manufactura. Y en el sector primario entraron 63 mil 389 nuevos trabajadores.
Hacia delante el mercado laboral enfrentará el reto de la desaceleración económica y “se puede mantener fuerte hasta que no veamos en la coyuntura internacional señales de ralentización”, según Calzada.
Una de estas señales será el reflejo de las altas tasas de interés en Estados Unidos, consideró.
Armenta coincidió en que una eventual recesión afectaría la resiliencia del mercado laboral, porque “a menor actividad, menor creación de empleo”, aunado a los problemas de las empresas por encontrar personas que cubran el perfil de las vacantes.