El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un herradero
El piloto aviador de la Marina Armada de México, Carlos Velázquez Tiscareño, nuevo administrador del AICM, tiene el reto de normalizar la situación. Vicealmirante, tampoco es ningún mérito hacerlo mejor que el ingeniero Morán. Los usuarios esperamos buenos resultados y pronto.
En la crónica de una muerte anunciada, finalmente el miércoles 7 de junio fue anunciado el cambio de administrador del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el funcionario más incompetente de la 4T fue relevado después de una caótica gestión que tan solo duró seis meses.
Si hay un culpable de la enredada situación del sector aeronáutico en México, no lo busque más, es el defenestrado Carlos Morán Moguel, ex subsecretario de comunicaciones.
Convenció a Andrés Manuel López Obrador de cancelar el AICM en Texcoco y hacer un sistema de aeropuertos que comprende Santa Lucía, Ciudad de México y Toluca, seis meses después, el experto aeronáutico no pudo hacer que funcionaran.
Durante la gestión del Carlos Morán Moguel, una persona soberbia que quería manejar el aeropuerto como en el siglo pasado cuando fue director de aeronáutica civil.
En el AICM hubo de todo: cancelación de vuelos, aterrizajes fallidos, reventa de slots, retraso de más de una hora para recoger maletas, licitaciones amañadas, quitó al servicio de Uber, retrasos en los trámites de migración y aduanas, bueno, hasta a los perros callejeros que vivían en la Terminal 2 persiguió. Toda una ficha el ingeniero Morán.
Se peleó con los usuarios, taxistas, proveedores, líneas aéreas, contralores aéreos, personal de limpieza, concesionarios, una verdadera calamidad el ing. Morán. Nadie lo va a extrañar en el AICM.
El piloto aviador de la Marina Armada de México, Carlos Velázquez Tiscareño, nuevo administrador del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tiene el reto de normalizar la situación. Vicealmirante, tampoco es ningún mérito hacerlo mejor que el ingeniero Morán. Los usuarios esperamos buenos resultados y pronto.
Los mal pensados afirman que el plan del inútil del ing. Morán era estirar la liga para que todos nos mudemos al aeropuerto Felipe Ángeles –su legado para México–, su servidor y amigo testigo de dos aterrizajes fallidos en dos meses, con mucho gusto compro boletos de donde me indique el inge, el problema que dicho aeropuerto tiene seis vuelos a tres destinos.
En fin, esperemos que pronto se normalicen las operaciones del AICM, millones de usuarios fifís y conservadores que no votamos por la cancelación del aeropuerto de Texcoco se lo vamos a agradecer. Hasta la próxima.