Ucrania alerta de que solo podrá ganar la guerra si Occidente acelera el envío de armas

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“Las necesitamos en semanas. En dos o tres meses puede ser demasiado tarde”, asegura un asesor de Zelenski

Los miembros de la OTAN se reunieron en Bruselas la semana pasada para discutir hasta dónde deberían llegar en el suministro de equipo militar a Ucrania.

El desafío para la OTAN a lo largo de esta guerra ha sido cómo dar a Ucrania suficiente apoyo militar para defenderse, pero sin involucrarse en el conflicto y encontrarse en guerra con Rusia.

El gobierno ucraniano ha sido explícito en sus pedidos de ayuda.

Si quiere tener alguna posibilidad de defenderse del próximo asalto ruso en la región de Dombás en el este del país, dice Ucrania, entonces necesita urgentemente que Occidente le suministre más de las armas antitanques y los misiles antiaéreos que sus fuerzas vienen utilizando en esta guerra.

Quiere tanques, aviones de combate, drones y sistemas avanzados de defensa aérea con misiles para contrarrestar el uso cada vez mayor de Rusia de ataques aéreos y misiles de largo alcance, con los cuales están agotando constantemente las reservas estratégicas de combustible y otros elementos esenciales de Ucrania.

Entonces, muchas personas pueden preguntarse, ¿qué es exactamente lo que está frenando a la OTAN?

La respuesta es la escalada del conflicto.

El riesgo de que Rusia recurra al uso de armas nucleares tácticas (es decir, de corto alcance) o de que el conflicto se extienda más allá de las fronteras de Ucrania hacia una guerra europea más amplia, está constantemente en la mente de los líderes occidentales, y lo que está en juego representa un gran peligro.

Lo que Occidente le ha dado a Ucrania hasta el momento

  • Más de 30 países han proporcionado ayuda militar a Ucrania, incluidos €1.000 millones de la Unión Europea y US $1.700 millones de Estados Unidos
  • Suministros, que hasta ahora se han limitado a armas, municiones y equipo defensivo, como sistemas de misiles antitanque y antiaéreos
  • Eso incluye las “jabalinas”, que son armas que se llevan al hombro y se disparan contra tanques que lanzan cohetes que rastrean calor
  • También incluyen los Stingers (aguijones), que son las armas antiaéreas portátiles más utilizadas en Afganistán contra aviones soviéticos
  • Y el Starstreak, un sistema portátil de defensa aérea fabricado en Reino Unido

    Los miembros de la OTAN temen que el suministro de equipos ofensivos más pesados, como tanques y aviones de combate, pueda conducir a un conflicto abierto y directo con Rusia.

    Eso no ha impedido que los checos entreguen tanques T72.

    Tabú nuclear

    El presidente Putin le recordó al mundo desde el principio de esta guerra que Rusia es una potencia de armas nucleares, y que estaba elevando el nivel de preparación de su sistema de disuasión nuclear.

    Estados Unidos no hizo lo mismo, ya que no detectó ningún movimiento de ojivas nucleares rusas fuera de sus búnkeres de almacenamiento.

    Pero el argumento de Putin quedó claro: “Rusia tiene un arsenal nuclear masivo, así que no crean que pueden presionarnos“.

    La doctrina militar rusa permite el uso temprano de ojivas nucleares tácticas de bajo rendimiento, sabiendo que Occidente aborrece las armas nucleares, que no se han utilizado durante 77 años.

    A los planificadores estratégicos de la OTAN les preocupa que una vez que se rompa el tabú nuclear, incluso si el daño se limita a un objetivo localizado en el campo de batalla de Ucrania, el riesgo de escalar a un intercambio nuclear catastrófico entre Rusia y Occidente inevitablemente aumente.

    Aun así, con cada atrocidad aparentemente cometida por los soldados rusos, la resolución de la OTAN se endurece y sus inhibiciones se desvanecen.

    República Checa ya ha enviado tanques. Es el primer país de la OTAN en hacerlo, aunque sean obsoletos tanques T72 de la era soviética.

    Eslovaquia está enviando sus sistemas de misiles de defensa aérea S300. Ambos movimientos habrían parecido arriesgados al comienzo de esta guerra.

    Algunos posibles escenarios

    Tobias Ellwood, parlamentario de Reino Unido que preside el Comité Parlamentario de Defensa, es uno de los que cree que Putin está haciendo un bluf cuando plantea el escenario de las armas nucleares y que la OTAN debería hacer más.

    “Hemos sido demasiado cautelosos con los sistemas de armas que hemos estado dispuestos a proporcionar”, dice. “Necesitamos una actitud más firme. Les estamos dando a los ucranianos lo suficiente para sobrevivir pero no para ganar y eso debe cambiar”.

    Entonces, ¿qué haría que esta guerra entre Rusia y Ucrania se convirtiera en un conflicto paneuropeo que involucre a la OTAN?

    Hay una serie de posibles escenarios que sin duda ocuparán las mentes de los ministerios de defensa occidentales.

    Aquí hay solo tres de ellos:

    1. Un misil antibuque suministrado por la OTAN es disparado por las fuerzas ucranianas en Odesa y hunde un buque de guerra ruso en el Mar Negro. Mueren casi 100 marineros y decenas de infantes de marina. Un número de muertos de esta magnitud en un solo ataque no tendría precedentes y Putin estaría bajo presión para responder.

    2. Un ataque con misiles estratégicos rusos apunta a un convoy de suministro de hardware militar que cruza desde un país de la OTAN, como Polonia o Eslovaquia, hacia Ucrania. Si se produjeran bajas en el lado de la frontera de la OTAN, eso podría desencadenar el artículo 5 de la constitución de la OTAN, lo que llevaría a toda la alianza a la defensa del país atacado.

    3. En medio de feroces combates en el Dombás, se produce una explosión en una instalación industrial que provoca la liberación de gases químicos tóxicos. Si bien esto ya ocurrió, no se informaron muertes. Pero si resultara en la cantidad de muertes masivas que hubo en un ataque con gas venenoso en Guta, Siria, en 2013, y si se descubriera que fue causado deliberadamente por las fuerzas rusas, entonces la OTAN se vería obligada a responder.

    Controlar la escalada

    Es perfectamente posible que ninguno de estos escenarios se materialice.

    Pero si bien las naciones occidentales han mostrado un inusual grado de unidad en la fuerza de su reacción contra la invasión rusa, hay alegatos de que están siendo simplemente reactivas y no están pensando en cuál debería ser el resultado final

    “La mayor pregunta estratégica”, dice uno de los oficiales militares británicos más experimentados que pide no ser identificado, “es si nuestro gobierno está involucrado en una gestión de crisis o en una estrategia real”. Eso requeriría pensar en esto hasta el final, agrega.

    “Lo que estamos tratando de lograr aquí es darle a Ucrania toda la ayuda que podamos, salvo la Tercera Guerra Mundial. El problema es que Putin es mejor jugador de póquer que nosotros”.

    El parlamentario Tobias Ellwood está de acuerdo.

    “Rusia hace esto [la amenaza de escalada] de manera muy efectiva. Y estamos asustados. Hemos perdido la capacidad de controlar la escalada“.

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