Las exportaciones de carne vacuna son una muestra cabal de la paradoja argentina. Es que en un contexto internacional de precios récord y demanda creciente, el país no logra aprovechar su oportunidad y ampliar los mercados.
Según los datos difundidos el viernes pasado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) las exportaciones de carne bovina llegaron en el cuarto mes del año a 294.3 millones de dólares, un 42.8% más que en abril de 2021, cuando totalizaron 206.1 millones.
Pero medido en volúmenes el mes pasado arrojó ventas externas de cortes enfriados, congelados, y carne procesada por cerca de 40,000 toneladas peso producto de carne bovina y unas 6,700 toneladas de huesos bovinos. Esto representó una caída del 9.4% en relación marzo y de 7.7% si se lo compara con abril de 2021.
Hay que recordar, además, que en el marco de la pulseada con los productores ganaderos y exportadores, el Gobierno cerró gran parte del año las exportaciones para varios cortes, que afectaron principalmente a los envíos a China. Todavía rigen restricciones para siete cortes populares parrilleros hasta diciembre de 2023.
En estas condiciones, el sector cárnico nacional generó exportaciones por 3,044 millones de dólares entre mayo de 2021 y abril de 2022. Para encontrar un nivel superior hay que retrotraerse al 2019, cuando las ventas externas del sector superaron los 3,100 millones de dólares.