El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró, en su más reciente informe de marzo de 2022, que la inflación ha afectado a las economías más grandes de Latinoamérica, “lo cual ha llevado a los bancos centrales de los países de la región a elevar la tasa de interés”. Así inicia el reporte presentado recientemente.
El FMI aseguró en su informe llamado “Perspectivas económicas: Las Américas”, que el aumento de la inflación en la región ha sido vertiginoso, “pues se encontraba por debajo del promedio de otras economías emergentes. Ahora es más alta, con un promedio interanual de 8% en octubre, y de más de 10,5% en el caso de Brasil”, aseguró el fondo de cooperación monetaria internacional.
En cuanto a la economía colombiana, la entidad aseguró que su crecimiento fue uno de los más dinámicos durante el año pasado, “lo cual es una muestra de que el crecimiento seguirá su curso este año”, apunta el informe.
El FMI rescata que la bonanza económica de Colombia llegará a un 5% en los próximos meses. “Los riesgos para el crecimiento continúan inclinándose a la baja. Mientras que los riesgos externos permanecen elevados debido al intensificación de la actual invasión en Ucrania”.
Aunque los precios más altos de los hidrocarburos pueden beneficiar a Colombia, “el aumento y la volatilidad de los precios internacionales de los alimentos y la energía, así como los trastornos más persistentes en las cadenas mundiales de abastecimiento, exacerbarían las presiones inflacionarias internas”, advirtió el FMI.
En el caso de América Latina, la entidad asegura que el aumento de la inflación se debe a un incremento en los precios de los alimentos, los cuales empezaron su alza antes de la pandemia y han llegado a 18% en promedio desde enero de 2020.
Las cifras reveladas por la entidad confirmarían que el consumo de alimentos en el continente es una cuarta parte del gasto total de las familias. “Los hogares que aún se recuperan de la crisis causada por el covid -19 y por el encarecimiento de los alimentos, los deja sin recursos adicionales para consumir otros bienes”.
América Latina enfrenta un riesgo latente. Según la entidad, “las condiciones financieras internacionales podrían endurecerse debido al impacto de la inflación en economías avanzadas y esto tendría como efecto la salida de capitales. Este posible shock podría poner en peligro la estabilidad financiera y depreciar las monedas en América Latina, exacerbando las presiones inflacionarias”.
Por último, el organismo que se ocupa de garantizar la estabilidad financiera, facilitar el comercio internacional, promover un empleo elevado, un crecimiento económico sostenible y reducir la pobreza, expresó en el informe que:
“Las presiones inflacionarias deben ser temporales y la inflación a mediano plazo probablemente retornará a los niveles fijados como meta por los bancos centrales. Pero reina una gran incertidumbre. El shock de la pandemia es peculiar, y resulta difícil determinar su impacto en los precios de las materias primas, los cuellos de botella de la oferta y los crecientes costos de transporte”, agregó el FMI.
La pauta de inflación contemplada en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para el año calendario 2022 se ubica entre el 38 % y el 48 %. De acuerdo con cifras del Dane, los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron un incremento de 25,37 %, y específicamente en los alimentos el aumento fue de 26,30 %, entre abril de 2021 y marzo de 2022.